Sociedad

La política especial de admisión para personas sordo señantes en la UdeA se emplementó a partir de diciembre de 2021, cuando se hizo la primera convocatoria para presentar el examen en lengua de señas colombiana.

Desde diciembre de 2021, cuando se llevó a cabo la primera prueba en LSC para aspirantes sordo señantes a pregrado, la Alma Mater la ha realizado en cada una de las convocatorias semestrales y ha ampliado gradualmente la oferta de programas, con el compromiso de las unidades académicas y el apoyo del Servicio de Traducción e Interpretación de Lengua de Señas Colombiana —Seti-LSC—, de la Escuela de Idiomas.

Para el actual proceso de admisiones se anunció que el examen para estos aspirantes se realizará el segundo semestre de este año y sus clases iniciarían en el primer periodo de 2026. Marcela Ochoa Galeano, vicerrectora de Docencia de la UdeA, explicó que el Consejo Académico analizó datos como el número de aspirantes que se presentan al examen en esta modalidad, los porcentajes de admisión y de permanencia —tanto de quienes se presentaron antes como después de la implementación de esta política especial—, y la tasa de graduación, con base en los cuales se tomó la decisión de que el examen en LSC para sordo señantes se hará cada año.

«El Consejo Académico llegó a la conclusión que la estrategia es importante, ha sido bien recibida por la comunidad sordo señante, pero necesita perfeccionarse para lograr que el mayor número de personas se presenten, permanezcan y logren graduarse», aseguró Ochoa Galeano. Desde diciembre del 2021, 85 personas sordo señantes han participado en siete procesos de admisión y 33 fueron admitidas. Según el Equipo de Educación Inclusiva y Permanencia —adscrito a la Vicerrectoría de Docencia—, 16 de los estudiantes activos están matriculados en la Facultad de Educación, dos en la de Artes, dos en la de Derecho y Ciencias Políticas, tres en la de Salud Pública, cinco en la de Ciencias Sociales y Humanas, y cinco en el Instituto Universitario de Educación Física y Deporte. En cada aula donde hay estudiantes que requieren de lengua de señas, hay dos intérpretes.

«En el desarrollo de esta política, hemos avanzado en dos modos de admisión diferencial, uno en la Facultad de Educación, en la Licenciatura en Educación Básica Primaria. Es un programa a distancia, con una prueba específica, que ha posibilitado que estas personas puedan ingresar a la Universidad. Y lo mismo pasa en la Facultad de Artes, donde también hemos posibilitado unas pruebas diferenciales», anotó Berto Martínez, coordinador de Educación Inclusiva y Permanencia.