Periódico Alma Máter

Ardilla Roja —Sciurus granatensis—. Fotografía: cortesía David Marín.

Estas asiduas especies animales que habitan las laderas a veces llegan a los barrios de Medellín en medio de la escasez y en busca de alimentos. La fauna silvestre, esa que no tiene o tiene poco contacto con humanos y, por ello, es autónoma en sus territorios, se ha desplazado para encontrar mejores hábitats, ya que en los bosques periurbanos —contorno de la ciudad—, que caracterizan al Valle de Aburrá, cada vez son más restringidos. En consecuencia, diferentes especies se deben mover de los lugares que usualmente habitan y enfrentar una metrópoli con carros, motos y personas que temen por su presencia.

Aunque parece que estos animales llegan a la ciudad, o a las áreas metropolitanas, ocurre todo lo contrario. «Nosotros los hemos desplazado porque la urbe crece de manera desmedida y sin un esquema de protección. Ellos buscan parches de bosque mejores que aquellos que les van dañando. El cerro El Volador es un buen ejemplo de un hábitat aislado en la mitad de una ciudad», explicó Alejandra Bonilla Sánchez, bióloga e investigadora del grupo de Mastozoología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, quien ha enfocado sus investigaciones en las dinámicas de los tigrillos lanudos.

La fragmentación del hábitat es entonces un problema creciente para la fauna silvestre, ya que en el intento de pasar de un parche de bosque a otro se dan muchas muertes. Aunque en algunos casos se han instalado puentecillos de diferentes materiales entre árboles y jardines, estos son mayoritariamente transitados por titís, aves y mamíferos pequeños. El atropellamiento es hoy la causa más común de muerte de fauna silvestre en el Área Metropolitana.

Pero esta no es la única problemática, aunque con las campañas de las entidades municipales y las reflexiones que los ciudadanos hacen en las redes sociales muchas especies son valoradas y reconocidas, promoviendo su protección, aún se dan redes de tráfico de fauna silvestre. «La fauna silvestre no debería ser animal de compañía o doméstico. Si no quieres que el tigrillo quede en un hogar de paso, no lo saques de su hábitat; estos no están acostumbrados a comer cuido, así que si cambias sus hábitos alimentarios estás desequilibrando su ciclo vital y alterando la armonía de su especie», advirtió David Andrés Marín, investigador del grupo de Mastozoología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, cuya misión investigativa se relaciona con la biología de pequeños mamíferos como marsupiales y roedores y la conservación de otras especies de mayor tamaño como jaguares, comadrejas y mapaches, entre otros.

Más de 17 000 animales silvestres en estado de vulnerabilidad han sido atendidos por el Área Metropolitana en los últimos tres años, a partir de la Unidad Móvil de Rescate de Fauna Silvestre y del Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre —CAV—, que han servido para liberar y reubicar varias especies en sus hábitats naturales. Los investigadores reconocen que entidades como el Área Metropolitana y las alcaldías locales invierten su talento humano y grandes rubros en estas gestiones ambientales, pero hace falta conciencia por parte de muchos ciudadanos.

Las siguientes especies son algunas de las que caminan por las laderas y los bosques periurbanos del Valle de Aburrá:

Tigrillo lanudo

Tigrillo lanudo. Fotografía: cortesía Alejandra Bonilla.

Su nombre científico es Leopardus tigrinus. Vive a menudo entre los 1500 y 3500 metros sobre el nivel del mar. Este felino es carnívoro, pero en ningún caso ataca a los humanos. Ha sido avistado en las regiones antioqueñas de San Pedro de los Milagros, en el norte, y en El Retiro, en el oriente. También se ha paseado por las laderas del Valle de Aburra, sobre todo en la Loma del Escobero, en Envigado. En este momento es una especie vulnerable a la extinción por la pérdida de su hábitat debido a la deforestación.

Zorro perro

Zorro perro o zorro andino. Fotografías cortesía: David Marín.

En el lapso de pandemia se produjeron varios avistamientos del zorro perro, o zorro andino, en la zona de la Universidad Nacional, cerca al cerro El Volador. Asimismo, el Área Metropolitana reportó su presencia en el sector del centro de Medellín el 26 de mayo de 2021. «El nombre científico del zorro perro, Cerdocyon thous. Es la especie más avistada en el valle de Aburrá, un animal nocturno que, aunque prefiere las áreas boscosas, es un animal generalista —que puede habitar diferentes paisajes y alimentarse de una gran cantidad de presas—, puede desplazarse por áreas urbanas», aclaró Marín.

Tairaar

Taira. Fotografía cortesía: David Marín. 

Eira barbara, por su nombre científico, es un habitante de selvas tropicales que pesa alrededor de 5 kilos, tiene 70 centímetros de longitud y es omnívoro, terrestre y casi siempre nocturno. También es nombrado hurón mayor e irará y es el mustélido —individuo de la familia de las comadrejas— más grande de América. Su presencia no es tan común y suelen ser solitarias, o a lo sumo, andar en pareja. En algunas regiones de Suramérica y Centroamérica está en peligro de extinción.

Zarigüeya

‎Zarigüeya ‎—Didelphis marsupialis—. Fotografía: cortesía David Travis y Fundación Zarigüeya

En el Área Metropolitana contamos con la presencia de seis especies. La más común es la de orejas negras o zarigüeya común —Didelphis marsupialis—, sin embargo, en la zona de las laderas altas de Envigado se han reportado avistamientos de zarigüeyas de orejas blancas —Didelphis pernigra—. Es una de las madres más notorias de la naturaleza y llega a tener hasta tres partos anuales. A menudo ha sido vista caminando con sus crías en el lomo. Es omnívora —come frutas, bayas y frutos secos, pero también puede alimentarse de insectos— y de hábitos nocturnos.

Una de las principales amenazas que enfrentan las zarigüeyas en el área metropolitana es la percepción que tiene la sociedad sobre ellas. Muchos les temen por su apariencia, que asocian con ratas, debido a la ausencia de pelos en su cola principalmente. Entidades como la Fundación Zarigüeya y el Área Metropolitana han implementado campañas de sensibilización ante estas especies, logrando una reducción en su mortalidad.

Reporte de especies en el Valle de Aburrá

Puma —puma concolor—. Fotografía: cortesía David Marín.

Titíes, olinguitos, murciélagos, lechuzas y grisones son otras especies que se reportan en las laderas del Área Metropolitana. Es importante advertir que estas no deben ser domesticadas y que no representan una amenaza para los humanos. En caso de encontrar una de ellas, debe comunicarse con el Área Metropolitana, entidad encargada de atenderlas. Línea de contacto: 604 385 60 00, extensión 127.