Jacques Gilard

«Los del grupo [de Barranquilla] hicieron las cosas en forma muy periodística, rápida, a veces superficial, inevitablemente, sin tratar nunca de elaborar un sistema. Procedieron en forma muy empírica pero no desordenada, la teoría les importaba poco, lo que querían era llevar a cabo una política del género y de autores, querían que la cuentística colombiana se modernizara».

Según el catedrático de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Toulouse, el Grupo de Barranquilla fue el más brillante y consciente promotor de la renovación del cuento colombiano. La obra que se gestó allí —dijo— gozó de una completa vigencia estética debido a su clarividencia crítica y conciencia histórica, su preferencia por lo urbano, lo introspectivo y hasta por lo fantástico.