Academia

A través de instalaciones, performances, esculturas y ensambles, veinticuatro estudiantes de la Facultad de Artes exponen una parte fundamental de su obra: la que les dará el título como artistas plásticos. Son revelaciones sobre temas como la identidad, el poder, la autobiografía, el espacio y la memoria. 

Las obras han habitado el edificio durante más de ocho meses, ya que justo en el momento en que se iba a inaugurar la muestra se declaró en Colombia la cuarentena obligatoria. Después de un tiempo se pensó en permitir el ingreso controlado, sin embargo, por los altos índices de contagio de covid-19, el equipo decidió virtualizar la muestra y hoy está disponible en este catálogo: http://muestragradoudea.com/

El hogar transitorio de las obras —La Naviera— brinda una noción histórica del Medellín del pasado que resiste ante un presente. «A pesar de los desafíos técnicos que plantea, confiamos en este edificio y quisimos que albergara estos proyectos, como acto de resistencia y belleza, con el que afirmamos que, como Facultad, tenemos una relación profunda con él. Además, el extenso tiempo de montaje nos permitió habitar sus espacios», declaro Lindy Márquez Holguín, docente y coordinadora de la muestra. Las obras viven hoy en tres lugares concretos del edificio: los sótanos, el mezanine y el octavo piso.   

«Cuando pienso en mi identidad, en la destrucción de la propia imagen tan necesaria para la liberación, encuentro que soy más que una masa corpórea, me veo entramada en un conjunto de objetos que me componen, que tienen de mí tanto como yo de ellos. Es por esto que busco entre mi propia basura, las herencias que deseo abandonar tal vez, y en un ejercicio catártico que juega entre la destrucción y la construcción, las transformo hacia algo más cercano, útil, capaz de movilizar mi pensamiento hacia un nuevo mundo», sintetiza sobre su obra Lugar común (2019), la artista Valentina González. 

Esta instalación rescata la particularidad del objeto, cuestiona su dimensión material y evidencia que todos los elementos -lo que está vivo y lo que no- se transforman inevitablemente. Su autora encontró el pilar para su construcción justamente en las herencias que quiere abandonar. Desde esta perspectiva, uno de los desafíos de estos trabajos se relaciona con la pregunta que Márquez Holguín referenció sobre la elección del nombre de la muestra este año: ¿Cómo hago presente lo que tengo en la mente?

Desde sus inicios, esta muestra ha tenido varias sedes en espacios independientes a la Universidad de Antioquia: el palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, la Cámara de Comercio, La Galería del Centro Colombo Americano, entre otros; pero desde hace seis años, después del arreglo de La Naviera para ser sede del 43 Salón (Inter)nacional de Artistas del Museo de Antioquia, la Facultad de Artes pudo continuar con ese carácter expositivo que había ganado el edificio con las muestras de grado. Hoy se piensa que este espacio podría, incluso, albergar trabajos de posgrado y residencias artísticas.

Como ejercicio de memoria, 20/20 Materia Revelada es punto de confluencia para todos sus participantes: en ese espacio están su egreso de la academia y su puerta de entrada oficial a las artes plásticas, más allá de la actividad académica. Desde las ideas y los materiales, todas estas obras revelan la transformación en un momento de transformación.