Z7_89C21A40L06460A6P4572G3304

Teclas de Ayuda de acceso Rápido

ALT + 1 Inicio

ALT + 2 Noticias

ALT + 3 Mapa de sitio

ALT + 4 Búsqueda

ALT + 5 Preguntas frecuentes

ALT + 6 Atención al ciudadano

ALT + 7 Quejas y reclamos

ALT + 8 Iniciar Sesión

ALT + 9 Directorio telefónico

Letra:

Contraste:

Clic aquí para ir a la página gov.co
sábado, 20 de abril 2024
20/04/2024
Síguenos
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3305

Sociedad

Z7_89C21A40L06460A6P4572G3307
UdeA Noticias
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3386
Gente UdeA

En memoria del maestro Alberto Betancourt Arango 

21/07/2020
Por: Juan Felipe Garcés Gómez, profesor Instituto de Filosofía UdeA

La semana anterior falleció en la ciudad de Medellín el médico ginecólogo Alberto Betancourt Arango, quien dedicó toda su vida al estudio de la lengua y la literatura latina. En esta nota el profesor Juan Felipe Garcés quien fuera su alumno, presenta una semblanza de la fructífera vida del doctor Betancourt y de las innumerables enseñanzas de este distinguido médico.

El latín y Virgilio, especialmente la traducción de la Eneida, fue durante el siglo XIX la pasión de una de las almas más oscuras y fanáticas del país a pesar de su erudición e inteligencia. Nos referimos aquí a Miguel Antonio Caro y al hecho del nexo inexplicable entre los gramáticos y el poder.

Caro fue un político conservador muy importante en el período de la Regeneración y de él escribió José María Vargas Vila, el más grande insultador que ha dado la nación a pesar de los esfuerzos de Fernando Vallejo, que la única preocupación de este presidente gramático era que las órdenes de fusilamiento no tuvieran error ortográfico alguno y fueran perfectamente concordantes en género y número. Quizá, por ello, entre nosotros, haya quedado la idea de los latines y la gramática como la marca evidente de un espíritu reaccionario y fanático. 

Sin embargo, tuve la oportunidad de conocer a alguien que amaba, tanto o más que Caro, el mundo latino y su lengua. Ese gran hombre y gran maestro fue el doctor Betancourt. De su mano, recorrí  detalladamente la escritura de Virgilio y la literatura latina.

Era un maestro de palabra calma y de un profundo sentido de la oportunidad para convertir la intervención o la pregunta más inadecuada en un elemento fundamental para la clase. Nadie que lo haya conocido en un aula podrá decir que de su boca salió una palabra destemplada o un gesto de desaprobación.

Con este sencillo reconocimiento a un maestro excepcional no pretendo contribuir a las peculiares reflexiones sobre el maestro memorable que ahora circulan entre nosotros. Eso sí, espero que esté ejercicio de recordar al doctor Betancourt sea un homenaje a  gran maestro y un inigualable iniciador en la pasión por la lectura y las lenguas clásicas. 

La enseñanza del latín en Colombia fue fundamental y, deplorablemente, cuando llegué a la escuela ya no había ni el más mínimo vestigio de la lengua de Virgilio. Cuando mucho un listado de etimologías griegas y latinas.

Sin embargo, puedo imaginarme que, si perviviera aún la enseñanza del griego y el latín, como por ejemplo pasa en España aunque ya de manera opcional, se alzarían las enfurecidas voces de quienes considerarían  una pérdida de tiempo dedicarle un solo minuto a una lengua ya "desaparecida" o, en tiempos del pensamiento políticamente correcto, se pensaría que la lengua latina al ser la lengua de la iglesia y los reaccionarios del siglo XIX, sería alguna otra manifestación de lo peor de una cultura falologocentrista.

En estos tiempos dónde la ira se descarga contra el bronce que celebra lo hoy infame, mientras se tumban monumentos, con toda seguridad, quizá las viejas joyas de la literatura latina serían también arrojadas al fuego de la ira progresista. 

El médico ginecólogo Alberto Betancourt Arango dedicó toda su vida al estudio de la lengua y la literatura latina. Tuve el honor de contarme entre sus alumnos. Cada minuto de su clase estaba dedicado a transmitir la inmensa pasión que sentía por el mundo latino. Al viejo estilo de una enseñanza ya pérdida, gracias a la peregrina idea de que todo humano sabe algo ya de lo que desconoce, nos introducía a la historia romana y a su literatura.

Antes de leer a Virgilio teníamos la oportunidad de conocer el contexto en el cual escribió cada una de sus obras y el modo como su mundo se plasmaba en cada verso. Tuvimos la oportunidad de reconstruir en las Bucólicas y en las Georgicas los sueños de los romanos que estaban hastiados de las guerras civiles que habían concluido con la creación del Imperio.

En cada una de las obras de Virgilio pudimos reconocer, gracias al maestro Betancourt, la cadencia y el ritmo de la lengua latina clásica. También pudimos reconocer, asombrados, cómo Virgilio añoraba una Roma ya imposible. 

Quiero terminar con una anécdota personal. Mientras era estudiante solía llegar a la universidad caminando desde casa y en una ocasión pasé por una iglesia donde encontré al doctor Betancourt hablando en latín con dos viejos clérigos en sotana. Torpemente lo saludé en mi latín coquinario y sus interlocutores me tomaron por un cultivado latinista. Jamás olvidaré el bochorno que me causó mi atrevimiento.

Una vez que el doctor Betancourt, en perfecto latín, les explicó que yo no era más que un intruso infatuado, tuvieron la gentileza de hablar en lengua vernácula con este intruso. En ese momento conversaban sobre el modo como en el Vaticano estaban tratando de traducir algunas palabras del mundo de la computación.

Fueron veinticinco maravillosos minutos escuchando a tres eximios latinistas que se decidieron a continuar su conversación en lengua española para no dejarme por fuera. Generoso gesto que siempre agradecí. 

Hoy me encuentro con la noticia del fallecimiento de tan estimado maestro. Sólo espero que los viejos dioses olvidados lo premien con el honor de encontrarse con sus viejos maestros latinos a quienes tanto amó. 

Z7_89C21A40L06460A6P4572G3385
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3387
Correo del contacto
[57+4] 219 50 19
Z7_89C21A40L06460A6P4572G33O4
Z7_89C21A40L06460A6P4572G33O6
Lo más popular
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3340
 
Universidad de Antioquia | Vigilada Mineducación | Acreditación institucional hasta el 2033 | NIT 890980040-8
Recepción de correspondencia: calle 70 No. 52 - 21 | Apartado Aéreo 1226 | Dirección: calle 67 No. 53 - 108 | Horario de atención
Conmutador: [57 + 604] 219 8332 | Línea gratuita de atención al ciudadano: 018000 416384 | Fax: [57 + 604] 263 8282
Peticiones, quejas, reclamos, sugerencias, denuncias, consultas y felicitaciones
Política de tratamiento de datos personales
Medellín - Colombia | Todos los Derechos Reservados © 2020