Z7_89C21A40L06460A6P4572G3304

Teclas de Ayuda de acceso Rápido

ALT + 1 Inicio

ALT + 2 Noticias

ALT + 3 Mapa de sitio

ALT + 4 Búsqueda

ALT + 5 Preguntas frecuentes

ALT + 6 Atención al ciudadano

ALT + 7 Quejas y reclamos

ALT + 8 Iniciar Sesión

ALT + 9 Directorio telefónico

Letra:

Contraste:

Clic aquí para ir a la página gov.co
jueves, 28 de marzo 2024
28/03/2024
Síguenos
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3305

Periódico Alma Máter

Z7_89C21A40L06460A6P4572G3307
UdeA Noticias
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3386
Academia

Hay que defender la tarea de la universidad pública: De Zubiría

03/12/2018
Por: Pedro León Correa Ochoa - Periódico Alma Máter

El pedagogo y economista Julián de Zubiría plantea reflexiones sobre los alcances de la reciente movilización por la educación superior pública, los retos de las universidades y sobre los programas Generación E y Ser pilo paga.

Julián de Zubiría Samper ha sido asesor educativo de las Naciones Unidas. Foto: Juan Pablo Hernández Sánchez.

En la bio de su cuenta en Twitter se describe como un «pedagogo hasta la médula». Allí mismo advierte que su vida es «transformar la educación». Julián de Zubiría Samper —economista de la Universidad Nacional, asesor educativo de las Naciones Unidas y director del Instituto Alberto Merani—, ha sido en los últimos años una voz protagónica, crítica y reflexiva en los debates por la educación superior. El 7 de noviembre presentó en el Teatro Universitario de la Universidad de Antioquia, la charla «Desafíos a la educación superior en Colombia».

El 2018 quedará en la historia como un año en el que se reavivó el debate por la educación superior en Colombia. ¿Qué lectura hace de ese reavivamiento?

Es una movilización muy grande e interesante, con múltiples características nuevas. Si algo quedó claro en la campaña electoral de 2018 es que los jóvenes se metieron al debate político nacional del que habían estado ausentes. Incluso en el plebiscito del año 2016, el 81 % de los jóvenes no votó. Los jóvenes venían de un periodo de apatía después de la paz y se reactivaron, desde mi perspectiva, primero por ese motivo general del debate político nacional, y, segundo, porque hubo un programa que fue como la cereza del ponqué, de la discordia, ese programa fue Ser pilo paga, que terminó siendo muy odioso.

Usted fue uno de los críticos vehementes de Ser pilo paga. El Gobierno nacional propone ahora Generación E. ¿Qué le parece ese programa?

Es Ser pilo paga disimulado; no podía el gobierno de Duque usar el mismo nombre del gobierno del que habló pestes. Lo llamaron Generación E pero no han definido muchos aspectos. Ahora hay cofinanciación de la universidad privada, hay límite en el precio de la matrícula, pero a Generación E lo lanzaron antes de estar terminado, por eso no es tan fácil referirse a él por completo. Me dediqué estos tres años a estudiar Ser pilo paga. Para mí era inaudito que: uno, los rectores públicos se quedaran callados; dos, los estudiantes no vieran lo que se les estaba viniendo encima; y era inaudito que la cofinanciación fuera cero y no tuviera criterio regional. Generación E sigue sin criterio regional. Así no se puede hacer una política pública, para eso es bueno el consejo nacional de educación, para pensar esos temas. Hay un punto interesante en Generación E y es que hablan de gratuidad para estratos 1 y 2. Cuándo, qué, dónde, eso no lo sabemos, porque gratuidad puede ser educación virtual. El presidente dijo en campaña que él iba a dar gratuidad, pero virtual, para que en las públicas no les contaminaran el cerebro a los jóvenes, ojalá no siga con esa idea. Necesitamos saber a qué se refiere con la educación gratuita para estratos 1 y 2, a ver si se puede apoyar.

En un artículo en la revista Semana planteó la necesidad de crear una comisión nacional de educación. ¿En qué consistiría?

La han hecho otros países, Perú, por ejemplo. Desafortunadamente en Colombia, de los últimos 20 ministros, 18 no sabían de educación. Depender de un ministro que no sabe de educación es muy riesgoso. La idea es una discusión y una política a largo plazo. Lo que es desesperante del acuerdo ahorita de los rectores y del Gobierno, es que resolvieron de aquí al 2022 y punto, y eso no es bueno. Y no es bueno que Generación E lo hayan hecho para intentar frenar un paro y por la presión de las universidades privadas. La propuesta es un consejo nacional de educación y un consejo nacional de ciencia, con distintos sectores, con exministros, exrectores, investigadores, delegados de profesores, de rectores, para que se piense a más largo plazo.

En una reciente visita a la Universidad de Antioquia, el presidente del BID cuestionaba la pertinencia de los programas que ofrecen hoy las universidades y su proyección laboral ¿Qué piensa sobre ese tema?

Si formo a un ingeniero de sistemas para resolver problemas de los sistemas de hoy, en cinco años él no tendría trabajo. Las universidades no pueden concentrarse en la transmisión de la información, sino en el desarrollo del pensamiento crítico, la lectura, escritura y, sobre todo, el pensar científicamente y la formación de mejores ciudadanos. En 5, 10, 20, 30 años, esas personas podrán trabajar en las nuevas actividades que se les ofrece. Entre más particular sea mi formación, menos trascendencia tiene, por eso la educación tiene que concentrarse en un modelo que desarrolle competencias estructurales. Esa ha sido mi tesis a lo largo de mi vida.

¿Cómo ve a las universidades públicas dentro de ese modelo?

Las universidades públicas están haciendo bien la tarea, tienen buen ambiente académico, buenos docentes y procesos de extensión, y fortalecen competencias investigativas. Pero están mal en formación ciudadana, trabajo en equipo, escritura crítica, en evaluación de maestros. Un reto que tienen es el cambio de modelo pedagógico; la universidad pública sigue estando concentrada en la clase magistral, eso hay que repensarlo. Donde peor están es en sistemas de evaluación, son totalmente rutinarios, con preguntas cerradas y aprendizaje mecánico, en eso están en pañales las universidades públicas. Están muy mal en lo que hacen con los nuevos estudiantes, en eso algunas privadas les tomaron la delantera. Están también mal en criterios de admisión, es una ironía pero las universidades privadas usan las pruebas del Estado y las públicas no.

No es un panorama halagador, ¿qué propone entonces?

Creo que hay que defender la tarea de la pública porque en general le están cumpliendo al país, salvo las universidades públicas que están bajo el control de la clase política regional, que deben pasar a manos de un sector independiente. En términos generales, hay buenas universidades públicas en Colombia. Pero persisten los retos en el modelo pedagógico y en la trasdisciplinariedad, en eso las privadas les tomaron ventaja. La universidad pública tiene que ser más atrevida, porque la ruta de un individuo es distinta a la de otro, porque el mundo requiere gente que tenga un pensamiento más global.

Hay en el país una especie de «caldo de cultivo» para proponer transformaciones estructurales a la educación superior. ¿A dónde va a llegar este debate?

Hay un sector del Estado que quiere apropiarse de los recursos públicos, que le declaró la guerra a la educación pública y para ganarla la desprestigia diciendo que forma desadaptados, que no funciona, que es costosa, que los semestres se alargan, que se cancelan. Y miente porque es una universidad muy buena, que agrega mucho valor. Nos engañan para apropiarse de ella. Creo que los rectores y estudiantes no veían que detrás de un programa como Ser pilo paga estaba un proyecto de transferencia de recursos públicos hacia cinco universidades privadas. ¿Qué va a pasar con esta movilización? Es muy difícil decirlo porque eso depende de múltiples variables, de la correlación de fuerzas, de la respuesta y madurez del movimiento estudiantil.

¿Cómo ve al movimiento estudiantil en esa correlación de fuerzas?

Creo que el movimiento estudiantil está en una situación muy compleja, porque triunfó, logró una parte de sus objetivos, pero está perdiendo el oxígeno. Tiene que ser más creativo, inventarse fórmulas más originales de protesta. Los mecanismos en política se desgastan. Creo que los estudiantes no han captado que uno no puede salir a marcha cada semana, porque cada día va a ser más escasa y se van a ir debilitando. Invito al movimiento estudiantil a que estudie el acuerdo con los rectores, a que no pelee lo mismo, que se concentre en la ciencia, en las deudas del Icetex y en concertar con el Estado un programa de ampliación de la cobertura a mediano y largo plazo. Que no pelee por el 2018, que me parece cortoplacista. Invito al movimiento estudiantil a que piense muy en grande, muy a largo plazo y ojalá a que mantenga una mesa de negociación sin paro, con un cronograma, que si se incumple, ahí sí se retornaría al paro.

Una mañana para la Formación Ciudadana

Esta entrevista se realizó el 7 de noviembre del 2018, durante el evento «Una mañana para la Formación Ciudadana», organizado por la Corporación Héctor Abad Gómez con el apoyo de la Vicerrectoría de Extensión y la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia. Durante el evento se presentó el libro Cultivar lo humano con Héctor Abad Gómez, un manual que ofrece reflexiones teóricas y estrategias pedagógicas para la formación ciudadana de niños, jóvenes, adultos y comunidades.

Z7_89C21A40L06460A6P4572G3385
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3387
Z7_89C21A40L06460A6P4572G33O4
Z7_89C21A40L06460A6P4572G33O6
Lo más popular
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3340
 
Universidad de Antioquia | Vigilada Mineducación | Acreditación institucional hasta el 2033 | NIT 890980040-8
Recepción de correspondencia: calle 70 No. 52 - 21 | Apartado Aéreo 1226 | Dirección: calle 67 No. 53 - 108 | Horario de atención
Conmutador: [57 + 604] 219 8332 | Línea gratuita de atención al ciudadano: 018000 416384 | Fax: [57 + 604] 263 8282
Peticiones, quejas, reclamos, sugerencias, denuncias, consultas y felicitaciones
Política de tratamiento de datos personales
Medellín - Colombia | Todos los Derechos Reservados © 2020