Gente UdeA

Mateo Duque durante si intervención en el XXIII Seminario Nacional de Hidráulica e Hidrología, en Ibagué, agosto de 2018. Imagen: cortesía del profesor.

Se llama Mateo Duque Villegas, graduado de la maestría en Ingeniería Ambiental de la UdeA y de pregrado en Ingeniería Biológica de la Universidad Nacional sede Medellín, y en los próximos meses viajará al Instituto Max Planck en Alemania a estudiar el doctorado, gracias a la beca que obtuvo, participando con alrededor de 200 personas en el mundo.

La beca es un logro muy significativo para Mateo, por cuanto implica el reconocimiento de sus calidades académicas para cursar el doctorado en una de las más prestigiosas universidades del mundo, como es el Instituto Max Planck en la Universidad de Hamburgo en Alemania, donde va a tener la oportunidad de trabajar con algunos de los científicos más importantes del mundo en su área de estudio.

Profesor de cátedra en la UdeA, se define como una persona a la que le gusta mucho estudiar y resolver problemas difíciles. Disfruta practicar deportes, fue jugador de ultimate frisbee por más de diez años, juega fútbol cada que puede y transita la ciudad en bicicleta. Además, pasa bastante tiempo en su computador programando.

Según comenta Mateo, lo que más disfruta de su carrera como docente de cátedra es que sus estudiantes le pierdan el miedo al inglés, a programar y a utilizar sistemas operativos tipo Linux, aunque como él mismo sostiene, como profesor es alguien que apenas comienza su labor de enseñar y por eso todavía no tiene muchas historias de salón de clase para contar.

Primeros acercamientos a la ciencia

De su época de estudiante en el colegio San Carlos de la Salle, la materia que más disfrutaba era la química, si bien como él mismo confiesa, también era la favorita de la mayoría de sus compañeros, porque el profesor era alguien muy inteligente y gracioso, una combinación ganadora a la hora de enseñar; además le iba bien y entendía muchas cosas.

Hay otro recuerdo importante en la vida de Mateo y fue su primer viaje a Estados Unidos. “Eso fue muy emotivo. Un compañero que estudiaba en el Colombo me contó de un campamento de verano sobre ciencia, me presenté con otros tres colombianos y fuimos seleccionados y viajamos a West Virginia a tener experiencias científicas; luego volví otras cinco veces como parte del equipo de trabajo en calidad de monitor”, dice Mateo.

El encuentro con la ciencia para Mateo es algo que siempre ha estado presente en su vida, porque le gusta responder preguntas. «Más que eso, me gusta buscar las respuestas, independiente de si alguien hace las preguntas, porque —como explica Mateo— creo que la ciencia es un camino por el cual encontramos muchas respuestas; claro, también hay otros caminos, pero la ciencia fue el que comencé a andar y uno que disfruto».

Estudiar en la UdeA

Para Mateo la Universidad fue una experiencia gratificante; su madre ha sido empleada por muchos años, y eso le ha permitido estar vinculado a la UdeA. Por eso Mateo sostiene que de su paso por la institución lo recuerda todo: «aquí aprendí a hablar inglés, presenté pruebas de admisión, y finalmente obtuve un título. Recuerdo a mis compañeros de posgrado, los tintos de las burbujas y nadar en el pozo. Para mí la Universidad es una segunda casa, así que espero siempre volver a ella y no tener que vivir mucho de estos recuerdos».

El Programa de Inglés para jóvenes que ofrece la Universidad fue el lugar donde aprendió el inglés que le permitió hacer una entrevista para poder ser seleccionado para la beca. De hecho, la tesis de maestría en Ingeniería Ambiental se titula Tipping the ENSO into a permanent El Niño can trigger state transitions in global terrrestrial ecosystems, que se puede traducir como Inclinar el ENOS a un fenómeno permanente de El Niño puede desencadenar transiciones de estado en los ecosistemas terrestres globales

La trascendencia que tiene haber obtenido la beca para estudiar en el Instituto Max Planck, uno de los más importantes en el mundo científico, implica para Mateo que allí va a tener la oportunidad de trabajar con algunos de los mejores científicos del mundo. «Haber sido seleccionado entre más de doscientas personas de todo el mundo, quiere decir que la Universidad de Antioquia tiene egresados que pueden competir con su hoja de vida en el ámbito internacional». 

Además, puntualiza el investigador, «es un reconocimiento al trabajo que he venido desarrollando en la Facultad de Ingeniería con los profesores Juan F. Salazar y Ángela M. Rendón, pues con ellos he logrado publicar los resultados de maestría en una revista científica de alto impacto».

Con el reconocimiento se abren muchas puertas, que como explica Mateo es la entrada al mundo científico, a institutos y universidades de trayectoria académica, la posibilidad de dedicarse a la docencia. Por ser una beca de doctorado, explica Mateo, «me voy a dedicar a estudiar mucho y así poder terminar con éxito estos tres años y cumplir con los requisitos para graduarme».