Vida

Fotos: cortesía Cuidarte.

La tercera versión de Cuidarte que concluye, denominada Estrategias artísticas aplicadas a la vida como aporte a la pedagogía para la paz, estuvo dirigida a personas que han vivido la violencia por el conflicto armado en el municipio de San Carlos, Antioquia, con el objetivo de apoyar el restablecimiento del tejido social.

La metodología aplicada por el equipo de Cuidarte consistió en hacer, inicialmente, unos diagnósticos de la realidad de los participantes y así identificar intencionalidades comunes. En palabras de su coordinadora, Alejandra Valencia: “las estrategias artísticas se adaptan a cualquier contexto, a cualquier necesidad. ¿Qué se requiere? Mapear esa necesidad desde el otro. Entonces vamos a las comunidades, nos reunimos con ellos y escuchamos un poco sus historias”. 

En este caso historias alrededor de la violencia política que vivió San Carlos, violencia que fue tan compleja por el año 2000, que casi el 80% de su población fue desplazada. 

Otra característica de esta metodología fue reconocer emociones básicas como la ira, el miedo, la tristeza y la alegría, y a partir de eso construir habilidades para la vida, en el relacionamiento consigo mismo y con los otros, “pues esas huellas de dolor, padecimiento y sufrimiento en la gente, no permiten generar lazos de solidaridad ni tampoco el desarrollo de ese potencial y florecimiento humano que tienen”, asegura Alejandra Valencia. 

A partir de allí se generó una construcción de talleres integrativos de saberes, usando elementos que permitieron ritualizar, por medio de la construcción de mandalas colectivos, las experiencias de dolor y sufrimiento. 

Asimismo hubo un acompañamiento continuo de la estrategia cuento-terapia, que consistió en crear un cuento alrededor de cada situación particular con las narrativas que las personas participantes iban construyendo a partir de lo que era su vivencia particular de sufrimiento, pero no se limitó sólo a las experiencias negativas, sino también a la capacidad de transformarlo. 

De esa manera se configuraron los diez talleres realizados a lo largo del año 2017, dirigidos a cincuenta personas divididas en dos grupos, uno de treinta mujeres y el otro de veinte jóvenes. Al final lograron cumplir con todo el proceso 33 personas, sin embargo hay que destacar que el impacto fue mayor, pues abarcó, en general, a las familias de estas personas y a otros grupos en los que se multiplicó la estrategia.

“Recibo, me entreno, aprendo que la estrategia sirve en mí y la entrego a otros”

La multiplicación de saberes, comprendiendo el recibir y dar por parte de los asistentes a los talleres, estuvo apoyada en la estrategia de registro de todas las actividades en una bitácora. 

Los participantes tenían el compromiso de replicar, a partir de encuentros educativos con otras personas de la comunidad, algunas de las estrategias aprendidas en Cuidarte. Alejandra Valencia explica que este es uno de los logros más significativos del proyecto: “creo que en los procesos de formación que hacemos muchas veces con las comunidades, nos quedamos solamente con repetir contenidos y no permitir la apropiación del conocimiento para transformación, y eso lo lleva a uno a pensar que son procesos que en alguna medida desconocen la capacidad y potencialidad del otro para hacerlo sin el acompañamiento del experto”. 

Los participantes trabajaron en escuelas rurales y en sus comunidades por medio de las juntas de acción comunal, allí fueron capaces de realizar aquel proceso de multiplicación. 

Además de Alejandra Valencia, coordinadora de Cuidarte, el equipo está conformado por otros tres docentes: Paulina Díaz, María Eugenia Hincapié y David Molina, este último hace parte del equipo desde el año 2009, cuando hizo el diplomado y se enamoró tanto del proyecto que se quedó para ayudar a transformarlo y poder llevarlo a las comunidades más necesitadas de Antioquia.

Para David Molina, en el caso específico de Cuidarte San Carlos, el arte no fue el fin, sino un medio para trabajar con una serie de emociones básicas que habían sido afectadas por todo el proceso de violencia, con el objetivo de construir sentido y entender la felicidad como una búsqueda de bienestar. 

“El arte como vehículo permite, de un lado expresar lo que está sucediendo, lo que la persona está viviendo, y en segundo lugar poderlo comprender; es decir, lo expreso pero también comprendo, me veo en eso que pinto, me veo en lo que escribo y en eso que tejo. A través de la obra puedo ver objetivamente esa emoción que me habita para poderla transformar”. 

Edy Fabián Gil es un líder juvenil del municipio de San Carlos que participó en el taller. Su percepción frente al proyecto es muy positiva y lo calificó desde dos perspectivas. La primera va en referencia a que San Carlos ha tenido diversidad de intervenciones de todos los tipos y de diferentes instituciones (ONG y estatales) debido a su condición de víctimas de la violencia, pero que lamentablemente, explica Edy, no todas han resultado convenientes para la comunidad. 

Edy se refiere a que en muchos casos las secuelas de la guerra han sido removidas con el propósito de ayudar, “pero al no lograrlo han dejado nuevamente las heridas abiertas”. De Cuidarte dice que la estrategia de la Universidad de Antioquia ha logrado todo lo contrario. Por eso destaca el poder sanador del arte, y dice que sin ni siquiera estar conscientes del cambio, ya habían transitado procesos transformadores.

La segunda perspectiva por medio de la cual Edy califica a Cuidarte es pedagógica, pues gracias a las herramientas adquiridas en los encuentros, ha podido cualificarse más y multiplicarlas con sus pares a través de los talleres. Edy es un líder que se ha encargado de promover en San Carlos la cultura cívica y de sana convivencia, y en la Mesa de Paz de su Municipio representa la juventud sancarlitana. 

Cuidarte es una enriquecedora estrategia que aporta a la superación de un pasado que el país quiere dejar atrás. Establecer relaciones distintas con las experiencias traumáticas ocasionadas por la violencia es uno de los logros más importantes de Cuidarte.

“No se trata de buscar un final feliz de cuento de hadas, no. Se trata de encontrar qué es lo que les permite a las personas seguir viviendo después de la experiencia traumática que les tocó vivir”, concluye David Molina. El final feliz, en Cuidarte, consiste en poder activar la resiliencia en cada sujeto y así modificar la posición de víctima. 

Cuidarte, propuesta de Extensión que surgió en la Facultad de Enfermería en el año 2008 como un diplomado, del cual se graduaron cinco cohortes, fue aprobado en la décima segunda convocatoria del Banco de Programas y Proyectos de Extensión, Buppe, en 2017. Convocatoria que tuvo como objetivo llegar a las regiones del departamento de Antioquia. Para el año 2018, Cuidarte espera hacer presencia en los municipios de San Rafael y San Roque.